La última vez...

Como si fuera esta noche la última vez...

Siempre que besas puede ser tu último beso. Nunca sabes cuál será el último beso, pero cuando es, cuando sabes que es el último, puedes recordar cada uno de sus matices. Es como cuando fumas el último pitillo sin saberlo. Te lo fumas sin darle mayor importancia, dando por supuesto que en cualquier otro momento encenderás el siguiente, pero, el siguiente no llega. Y cuando el mono ataca a tu cabeza te dice: No era el último, no puede ser el último, no lo saboreé como se merecía.

Cuando besamos sucede lo mismo. Nunca pensamos que ese beso será el último. El último beso que le di a Quisemo lo di sabiendo que era el último. Se lo di con toda el alma porque tenía la ventaja de saberlo de antemano. Se lo di en la estación cuando ya me venía a Barcelona para vivir con boj. Como no tengo idea, de cuando será el último de boj, le besaré cada día como si fuera mi último día.

Mi último cigarro no fue tan planificado. Me lo encendí tarde, pocos momentos antes de que dieran las 12 campanadas. No lo saboreé como merecía pero… después de las uvas no me permití encender ninguno. Aún sigo sin hacerlo. Son casi 9 meses sin humo.

Como reflexión os digo que apuréis la vida al máximo. Vivir cada segundo como si fuera el último que respiráis. Y sobre todas las cosas… besar siempre con toda el alma, como si fuera vuestro último beso.

Os quiero :**