Madre coraje

Frase del día: Soy un espejo de la ineficacia de la policía en México (Isabel Miranda) Madre Coraje.

Así es como es y será reconocida Isabel Miranda, una madre mexicana que con dos cojones ha logrado detener, luchando contra la policía corrupta de su país a casi todos los secuestradores de su hijo (sólo queda uno en libertad) demostrando una vez más, que si uno tiene voluntad, puede mover montañas ;-)

El 12 de julio de hace 3 años (2005) el hijo de Isabel de 30 años de edad, llamado Hugo Wallace, no acudió a una reunión familiar. Le llamaron al móvil sin obtener respuesta. Fueron a su casa y estaba vacía y ordenada, pero sin señales de Hugo.

Isabel se puso de los nervios. En México los secuestros son muy habituales, y dado que su hijo era un joven empresario, no pudo evitar ponerse en lo peor. Empezó a llamar a los amigos de su hijo, hasta que uno de ellos le comentó que Hugo tenía una nueva novia, con la que había ido al cine el día anterior a su desaparición. Llamó a Hospitales, a centros de emergencia, a todas partes, pero no había señales de Hugo.

Al final consiguió que la compañía telefónica le facilitara el listado con las últimas llamadas del móvil de su hijo y ayudada por su familia, trazó un mapa a partir de la antena, calculando la zona de cobertura y peinó la zona centímetro a centímetro, hasta que un sobrino, encontró aparcado de mala manera el coche de su desaparecido primo. Indagando por la vecindad, averiguaron que una mujer rubia, alta, con mucho pecho y muy atractiva era quien había aparcado el vehículo. Incluso consiguieron la dirección de la rubia.

Isabel le echó valor y llamó al timbre, pero un chaval le dijo que "no se molestara... que acababan de salir con un chico herido". Isabel llamó a la policia nada más oír eso. Pero los cabrones no sólo no la ayudaron sino que le pusieron todo tipo de pegas y le prohibieron acercarse a la casa.

La pobre mujer, intentó en vano amoldarse al "sistema" y puso una denuncia por secuestro. Pero como no se fiaba, se turnó con toda su familia, abandonó su trabajo y se dedicó única y exclusivamente a vigilar la casa de la zorra rubia. Un día vio como se deshacía sospechosamente de una alfombra, pero cuando llamó a la policía vio que todo era inútil.

Hablando e indagando con la gente del barrio se enteraron del nombre de esta zorra (Hilda González) y supieron que era bailarina del grupo Climax. También les dijeron que tenía un "novio" con muy mala pinta que presumía de ser policía. ¡Ahora todo estaba claro! No iban a hacer nada por ayudarla, era un tema corporativo :-P

Por aquél entonces Isabel Miranda (que es pedagoga y tiene 58 años) recibió una foto (que he visto en el telediario de la sexta y en la que tenía un aspecto muy muy lamentable, aparecía con los ojos vendados, aunque a mí me pareció más una "mortaja" que una venda) y exigieron un rescate de 950.000 pesos (unos 60.000 euros, unos 10 millones de las antiguas pesetas).

Isabel hizo salir del país a su marido (enfermo del corazón y por tanto, muy delicado) y a su hija, y ya, sin ningún riesgo que dañara al resto de su familia se puso de lleno a resolver el caso de su hijo Hugo.

Siguiendo la pista de Hilda, descubre el nombre de su novio policía (César Freyre). El 10 de enero de 2006, la policía federal detiene a la bailarina y quince días despues, Isabel y su familia consiguen retener a Freyre, enfrentándose a él, que iba armado con una pistola, y se lo entregan a la policía en bandeja. :-P

Siguiendo la madeja destapó al resto de cómplices. Brenda Quevedo, los hermanos Tony y Alberto Castillo y Jacobo Tagle. Todos, uno a uno han ido cayendo, excepto el último, que sigue en busca y captura. Ojalá pudiera contaros que la historia terminó bien, y que ahora Hugo abraza orgulloso y agradecido a su madre, pero... no es el caso. Los hijos de puta lo mataron la misma noche de su secuestro y lo trocearon (como hace Dexter en la ficción) y depositaron sus trozos en bolsas de basura. En el piso de Freyre encontraron el carnet de conducir de la víctima, manchada con su propia sangre.

Esta mujer, vio como la policía perdía siete meses de tiempo, para encontrar el mismo lugar que ella tardó un día en descubrir, y que por desgracia fue el sitio donde había muerto su hijo.

Isabel aún no ha terminado. No parara hasta encontrar los restos de su hijo, y comprobar que el cabrón de Jacobo Tagle sea detenido y encerrado. Esta mujer le ha demostrado al mundo que un ciudadano de a pie, puede y debe, hacer lo que tiene que hacer, y que... cuando el sistema no responde, ha de ser uno mismo, quien busque su propia respuesta.

Te admiro Isabel Miranda. Recibe todo mi apoyo virtual.

No sé vosotros, pero sólo de intentar ponerme en su lugar, y pensar en la impotencia que ha tenido que sufrir, se me han saltado las lágrimas. Cualquier comentario que haga se me hace poco...