Mi álbum de fotos...

Frase del día: Dicen que una imagen, vale más que mil palabras. Pero... ¿cuánto vale una palabra? ¿quién puede establecer su valor? (Froda)

La imagen está sobrevalorada. No hablo de los cuerpos-danone (que también lo están) me refiero, en este caso concreto, a las fotos. ¿Qué es una foto? Un instante fugaz atrapado en el tiempo, sí, pero un instante muchas veces posado, calculado, fingido. Un documento mudo y vacío que retrata, al pasar de los años, un no sabemos muy bien qué. Sólo se salvan de esta artificialidad los animales y los bebés. El resto (niños y mayores) son conscientes del objetivo y por tanto, posan, eliminando toda credibilidad de verdad y naturalidad pura.

Somos seres de corta vida, lo sé, y tratamos de agarrar con uñas y dientes, y a cualquier precio, esos fragmentos que nos hicieron felices. Pero la mayor parte de las veces, lo que agarramos es la cámara y la llenamos de momentos artificiales, creados por nosotros mismos. Entiendo el miedo a perder el recuerdo que nos impulsa a ello, pero no lo comparto. Cada vez me agrada menos salir en las fotos o hacer fotos a las demás personas. Es lo que decía antes: sacamos la cámara y la llenamos de momentos, en vez de dejar que los momentos, llenen la cámara. Por eso prefiero los objetos inanimados, porque ellos no falsean la oportunidad, son lo que representan a nuestros ojos y, normalmente, no varía esa visión con el devenir del tiempo.

¿Y qué hay del sonido? El video ya está inventado me diréis y es cierto. Pero pocas veces sacamos la cámara de video, la grabadora o encendemos el video del móvil cuando algo maravilloso ocurre, perdiendo así la oportunidad de retener algo de frescura del momento. Porque la mayor parte de las veces, una imagen estática y muda de nuestro ser, no refleja todo lo que debería de nosotros mismos.

Quitando a los papparazzis, o a algún fotógrafo con suerte, lo cierto es, que el 90% de nuestras fotos son pillados pactados, un falso posado atrapado artificialmente para convencernos dentro de 20 años de que fue un momento fresco y casual cazado por nuestro objetivo. Recordadlo la próxima vez que "sonriáis al pajarito" porque uno debería cuestionarse aquello de que una imagen vale más que mil palabras. Al menos hablo de las mías, de todas aquellas que conservo en el álbum de recuerdos de mi memoria, revelado con los ojos de mi alma.

Comentad o vuestro recuerdo será borrado del ciberespacio...