LA TELE BASURA

El viernes pasado me levanté tarde (ventajas de estar en el paro supongo) lo hice cerca de la 1 del mediodía. Encendí como ya es mi costumbre el ordenador para revisar mi correo y el facebook.

Mi sorpresa llegó cuando uno de mis amigos había escrito una frase muy inquietante:

Acabo de enterarme vía twitter de lo acontecido en Japón. Que mal cuerpo se me esta quedando...

Rápidamente me fui a google y mis peores temores se confirmaron. Un terremoto de 8,9 (que luego resultó ser más) había golpeado Japón y posteriormente un tsunami se había encargado de barrer la isla arrancando todo a su paso.

Me quedé helada, llorando frente al ordenador. Hice algo inusual: Encendí el televisor. Necesitaba noticias actuales de cómo estaba Japón ya que ante algo así creo que hasta Telecinco interrumpiría La Noria… y además era la hora de algún que otro telediario.

Me fui a la Sexta, que suele ser de las pocas cadenas de televisión que veo (para ver el informativo y poco más) y cual fue mi sorpresa al ver que seguían su “horario habitual” dando “Ricos y Famosos, crímenes sin resolver” que suelo pillar siempre hacia el final cuando enciendo la tele para ver el telediario. Bueno –me dije- con la TDT hay tantos canales que ya pillaré alguno haciendo un barrido. JA!

Bajé al número 1 (que corresponde con La Primera de TVE) y conforme fui pasando canales mi estupor iba en aumento transformándose en mala leche. Cuando llegué al canal que antiguamente era de la CNN estaban dando un documental sobre las Spice Girls… No podía ser. ¡¡NI UNO SOLO había cambiado su parrilla de programación para cubrir el espantoso evento!!.

La tele de antes, la de hace un montón de años interrumpía la programación ante cosas mucho menores que ésta, ya que tenía una dura competencia con la inmediatez de la radio y a pesar de sus carencias de entonces era una televisión profesional.

Indignada me volví a mi Internet y a mis fuentes habituales de información: Menéame, twitter, algún que otro diario y el señor google. Encontré lo que buscaba y lloré durante horas de rabia e impotencia ante tamaña desgracia.

Pasadas las horas, en el telediario de la tarde se limitaron a repetir hasta la saciedad las imágenes que yo hacía horas había visto en el Canal de la CBS por Internet. Tampoco es que dieran mucha cobertura a la noticia. La dieron cuando le tocó el turno a Internacional, ni antes, ni después. Luego hablaron de Paquirrín y fue cuando apagué la televisión.

La cosa no ha mejorado hoy (3 días después del gran terremoto) cuando las desgracias parecen seguir cebándose en la Isla. Se limitan a llenar el “minutaje” que corresponda con noticias “chorra” como decir que el eje de la Tierra se ha desplazado, en vez de dar una cobertura seria a la amenaza nuclear que está viviendo (de nuevo) el pueblo japonés… Los telediarios no sólo se dedican a robar información de Internet, si no que además roban la más chorra, sensacionalista e intrascendente.

En estos días he sustantivado un adjetivo que antes reservaba para el contenido. Ahora la telebasura ya no son determinados programas emitidos. Se ha hecho más grande y general. Ha pasado de ser el contenido, al continente. La tele es basura. Toda ella. Así que cojo el mando y reciclo mi mente.